lunes, 4 de febrero de 2013

EL SALTO CUÁNTICO Y SUS EFECTOS - PAUTAS DE SALUD



Nos encontramos transitando, por una etapa en la Historia de la Humanidad, de todo punto, extraordinaria... 
Aún en medio, de un mundo que se convulsiona y resquebraja, en todo aspecto, éstos son tiempos excepcionales, que ameritan, con el mayor espíritu de compromiso, "un incremento en el nivel de conciencia" y por tanto, de responsabilidad, en relación a uno mismo, a nuestro entorno y al planeta que habitamos.

Estamos experimentando "un proceso de ascensión vibracional o energética", que se refleja y traduce, en la necesaria quiebra, de las viejas estructuras sustentadoras conocidas, en el incremento de las catástrofes naturales, y en la agitación de nuestro propio ser y de todo cuanto le circunda, en plena exposición al mencionado proceso. En éste sentido, el ser humano está sufriendo, en menor o mayor medida, una serie de síntomas característicos, potenciados por una profunda e imperiosa necesidad de cambio y mejora en todo aspecto.

Siendo que somos energía en constante movimiento, y por tanto, en permanente proceso de transformación, en los actuales críticos tiempos que corren, nos encontramos inmersos en una espiral de  aceleración energética considerable, en orden a posibilitar la transición a unos niveles o planos de conciencia superiores.
Es por ello, que hemos de estar receptivos a dicho reajuste energético, aceptando con valor, el desafío que ello representa. 


Para poder experimentar "El Salto Cuántico", se precisa la unificación y reconexión con todo lo existente, que vibre en sintonía. En la medida en que nos unificamos y reconectamos, con nuestra esencia y la de otros espíritus afines, estamos favoreciendo el proceso y contribuyendo decisivamente, al surgimiento y manifestación del Nuevo Ser, que conllevará "una nueva forma de ser y estar en el mundo".
La necesaria y consecuente nueva reconfiguración del ADN, que ello precisa, trae consigo unos efectos en los organismos vivos y en el planeta, como organismo vivo sustentador de vida que es, en su ineludible readaptación a un nuevo orden, que está alumbrando "Una Nueva Humanidad", con un alto nivel de conciencia y consciencia.

Existen seres de Luz, que han nacido con sus códigos de Luz activados, cuya labor es la de ser facilitadores de quienes precisan ser activados. Estos seres de Luz, se diferencian de los falsos maestros, que lamentablemente proliferan, al abrigo del oportunismo, del denominado movimiento de "La Nueva Era", por su labor totalmente desinteresada, ya que la Luz no es algo con lo que se pueda comerciar, en modo alguno. Es absurdo pensar, que se puede comprar un determinado estado evolutivo o poder, ni mucho menos ser maestro, de nada que no se haya adquirido, en base a la propia superación personal, en el camino de la Espiritualidad. Claro, que siempre han existido, existen y existirán "Seres de Luz muy especiales", que a lo largo de la Historia de la Humanidad, la han estado asistiendo, la asisten en estos momentos de máxima necesidad y la continuarán asistiendo, en el futuro. Ellos, son fácilmente reconocibles por "su gran corazón e infinito espíritu de compromiso", en su pleno ofrecimiento al mundo.

Paso a continuación, a enumerar algunos de los síntomas más apreciables, que se pueden experimentar, en mayor o menor medida, dependiendo del individuo en cuestión, de su nivel evolutivo y capacidad de adaptación a las nuevas frecuencias vibracionales, más elevadas:


*Dolores óseos y articulares 

*Dolor de cabeza o migrañas inespecíficos
*Dolor de estómago. Náuseas e incluso vómitos 
*Dolores de tipo cólico
*Alteraciones nerviosas y de la conducta
*Alteraciones cardiacas: arritmias, extrasístoles, opresión en el pecho

Tales síntomas, aparecen sin cursar con enfermedad previa, que los justifique y pueden igualmente,  desaparecer momentánea o definitivamente, sin motivo aparente.

Es obvio, que en la medida en que el ser humano, es capaz de ir adaptándose a los cambios, los síntomas son más tolerables; así como las resistencias personales, incrementan el padecimiento de los mencionados síntomas. 
No obstante, siempre es aconsejable realizarse los oportunos estudios médicos, para descartar verdadera patología.

A fin de facilitar la adaptación al referido "Proceso de ascensión vibracional", es aconsejable seguir una serie de pautas de conducta, y realizar los ejercicios que propongo, de forma individualizada o/y conjunta, eligiendo aquélla disciplina o disciplinas con las que más se sintonice:


*Liberación del Pasado. La Práctica del Perdón

*Ubicación en El Eterno Presente

*Control Mental y Emocional. La Práctica de La Asertividad y   de La Visualización Creativa Positiva

*La Práctica de El Bien. Realizar actividades altruistas, centrándose en El Bien Común

*Observar unos Hábitos Alimenticios y de Vida, en el Pleno respeto a La Naturaleza

*Meditación Consciente. La Práctica de La Expansión de Conciencia

*Las Prácticas del Desapego y La Vacuidad

*Emplear el Poder de los Decretos. Metafísica

*La Práctica de La Oración. Abrirse a la Experiencia Mística o Divina

*Las Prácticas del Agradecimiento y de La Bendición

*Realizar Prácticas o Rituales de Purificación o Limpieza y de Protección

*Ejercicio Físico

*Ejercicios de Respiración y Concentración

*Ejercicios de Estiramiento. (Gimnasia Pasiva, Pilates.... )

*Equilibrado de Chacras y Energetización (Rei Ki, Bioenergética)

*Ejercicios que combinan Respiración, Estiramiento, Energetización, Concentración y Meditación. 
(Yoga, Tai chi, Chi Kung). Más dinámicos (Artes Marciales)

*Realización de Actividades de tipo Creativo

*Permanecer lo más posible en contacto con La Naturaleza

*Realizar Actividades Nuevas. Ensayar Métodos Nuevos en la realización de Las Actividades Cotidianas. Explorar Nuevos Caminos. Viajar

*Introducir en la vida diaria, Remedios Naturales y Terapias Naturistas con el objetivo de preservar el equilibrio psicofísico, y por tanto, "La Salud", realizándose los periódicos y necesarios controles médicos.
      

     ¡Feliz proceso de ascensión vibracional!

      Paz y bien, en vuestras hermosas vidas
      Mabel P. Vadillo


      
    
      
  

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